[ 24-03-2017] CARLOS FERRATER I LAMBARRI_
El lugar : un paisaje cercano al mar, típico de los asentamientos agrarios de la zona.
Unas antiguas “boueras” o construcciones para guardar ganado restauradas para vivienda de verano. Posteriormente surge la necesidad de construir un pabellón de invitados.
Ante la imposibilidad de construir algo desde el folclore tradicional o desde la “modernidad”, apareció la idea de empezar a transformar el antiguo cercado para animales.
La intervención no precisó planos ni documentos, sino que discurre por el camino de la selección de unos pocos materiales, piedras, vigas de madera u hormigón, tableros…, únicamente con un listado de materiales y la manera de ponerlos en relación, 17 vigas, 200 revoltones, 132 rodones…